Te preguntarás ¿Qué relación tiene la equitación con la integración sensorial en los niños? Pues bien, primero debemos saber qué es la integración sensorial.
Es un proceso de maduración neurológica que organiza las diferentes sensaciones que experimentamos con los sentidos. Aunque muchos sentidos intervienen en la equitación, hay unos que tienen mayor interacción, como el propioceptivo, el vestibular, visual y táctil. Miremos cuál es la función de cada uno de ellos:
Propioceptivo: es el sistema encargado de la representación del esquema del cuerpo y la ubicación de este en el espacio.
Vestibular: es el sistema encargado del equilibrio y la estabilidad y coordinación de los movimientos del cuerpo.
Visual: está estrechamente conectado con el sentido vestibular y da información del entorno a través de la percepción de los campos y matices de luz.
Tacto: es el sentido encargado de percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, texturas etc.
Estos sentidos se exploran a través de la equitación cuando los niños a través del movimiento experimentan o perciben sensaciones de desplazamiento del cuerpo en el espacio, las cuales se logran a través de juegos que implican el movimiento de manos, brazos y la variación en la posición del sentado hacia atrás o de lado.
En el caso del sentido vestibular este es explorado en la habilidad de permanecer estable arriba del caballo mientras este se desplace en cualquiera de sus aires (paso, trote y galope) y la ejecución de la coordinación de movimientos con las piernas y los brazos, la agilidad al coger o soltar cosas, al subirse o bajarse del caballo y la lateralidad.
El sentido visual esta involucrado desde que el niño esta arriba del caballo modificando la percepción óptica de su entorno y la ejecución de ejercicios de visión motora a través de estrategias lúdicas que involucran esta habilidad.
Finalmente, el sentido del tacto es explorado con la transmisión del calor corporal del caballo que provocará una relajación muscular y un mejoramiento de la postura, el equilibrio, la textura del pelaje del caballo y elementos que hacen parte del cuidado del caballo como la alimentación, el cuidado de sus áreas de descanso, entre otros.
Adicionalmente, la equitación como actividad de estimulación sensorial cuenta con ventajas importantes que involucran los beneficios del contacto con la naturaleza, fortalece su autoestima y contribuye al desarrollo de dispositivos básicos de aprendizaje: motivación, atención, memoria, comunicación y seguimiento de instrucciones. Así mismo, permite a los niños iniciar la formación en este maravilloso deporte, haciéndose cada vez más conscientes de la responsabilidad y el cuidado que deben tener con los caballos.
¿No te parece maravilloso comprender lo que podemos potenciar o afianzar en nuestros niños a través de la equitación? Recuerda que estas actividades deben ser constantes pues así veremos mejora en las destrezas y podremos potenciar sus habilidades y talentos.
Paula Vanegas
Profesora Poni Galops
Saludos,
Equipo Talentino
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